COP21: "Con el acuerdo de París el planeta arderá"
La Conferencia sobre Cambio Climático o Conferencia de Las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático se realiza en su 21 versión en Paris, Francia desde el 30 de noviembre hasta el 11 de diciembre de 2015 con la participación de mas de 150 mandatarios de estado.
Alrededor de este evento giraron discursos presidenciales, protestas y críticas.
Revise información al respecto.
Radio Somos Sur:
Escuche un análisis sobre la COP21 en nuestro programa radial con Maria Lohman y Miguel Lamas, quienes comentan una entrevista a Pablo Solón, exautoridad negociador del Cambio Climático.
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(Radio Somos Sur, 28 de noviembre de 2015 - duración: 40 minutos)
PARA LOS QUE NO CREEN EN EL CAMBIO CLIMATICO
Un video asombroso que ilustra los efectos del Cambio Climático en los glaciares:
"La COP21 será un rotundo fracaso"
Después de más de dos décadas de negociaciones, hoy queda claro sin lugar a dudas, que los limites estructurales, tanto de la CMNUCC como de los estados, empujarán elplaneta hacia el colapso irreversible del sistema climático global y el consiguiente desencadenamiento de sus consecuencias ambientales, económicas y sociales en escalas nunca antes vistas.
Podemos afirmar que la COP 21, que comenzó este 30 de Noviembre en la ciudad de París, será un rotundo fracaso. En términos concretos nunca se estuvo más lejos de que las negociaciones cumplan con su objetivo final de “Impedir la interferencia peligrosa del ser humano en el sistema climático” .
Las razones:
Las Negociaciones de Cambio climático, no tocan las causas
estructurales que hacen al cambio climático; No se discute cómo dejar
el 80% de los combustibles fósiles bajo tierra, ni cómo hacer una
transición real de la matriz energética global; No discute cómo
transformar el paradigma civilizatorio centrado en el crecimiento
económico; No se discute cómo hacer una transformación profunda de la
economía global; No se discute cómo reorganizar el sistema productivo
para lograr un equilibrio ambiental y la justicia social. Estos temas
se discuten y definen en otros escenarios.
Al contrario de lo necesario y racional para preservar la vida en el
planeta, la COP21 proyecta un acuerdo lleno de falsas soluciones,
insuficiente, inadecuado, ambiguo e injusto para las personas y las
comunidades más empobrecidas que son quienes enfrentan y enfrentarán
los ya devastadores impactos del cambio climático. Los compromisos ya
presentados por los estados en los INDCs, condenarán al mundo a un
aumento de la temperatura global por encima de los 3.5°C.
Una aproximación realista y verdaderamente incómoda a la situación
actual, es no sólo reconocer que los estados ni la CMNUCC pudieron ni
podrán resolver el problema, si no que nosotros, los movimientos y
organizaciones de la sociedad civil no logramos cambiar el sistema a
tiempo.
Entonces me surgen estas preguntas: ¿Estamos los movimientos
preparados para enfrentar el aparentemente inevitable colapso
climático?;¿Estamos preparados para continuar fortaleciendo las luchas
de resistencia y las alternativas locales?; ¿Estamos preparados para
continuar sembrando esperanza lucha por la vida en un mundo en el que
las guerras del petróleo y los recursos seguirán siendo impuestas a
millones de inocentes?
Al finalizar la COP21, los movimientos debemos tener la última
palabra, no sólo para denunciar y rechazar el resultado injusto de las
negociaciones; No solo para lanzar una agenda de movilizaciones para
el próximo año; También debemos lograr una agenda de trabajo que nos
permita seguir apoyando las luchas locales alrededor del mundo, seguir
construyendo alternativas y tejiendo solidaridad en una cultura
crítica de resistencia global.
Martin Vilela - Plataforma Cambio Climático Bolivia
Conozca un documento de difusión popular de las Naciones Unidas para socializar el evento de la COP21:
"COP21 - PREGUNTAS FRECUENTES" . Ver AQUÍ
Protestas por la COP21 en París dejan más de 200 detenidos
Al mismo tiempo que se realiza la Conferencia, miles de pobladores y activistas del mundo protestan en las calles de Paris, denunciando la incapacidad de la Conferencia y los gobernantes para resolver el problema del cambio climático. Los manifestantes fueron duramente reprimidos.
Discurso de Evo Morales en la COP21
El presidente de Bolivia Evo Morales - quien también participa en la COP21 con un discurso en contra del capitalismo - es criticado por su doble moral al compararlo con su política extractivista y de mega obras de infraestructura que no va acorde a su discurso de protección a la Madre Tierra.
Aquí van algunas de sus frases:
- “Subrayamos el hecho de que los países en desarrollo continúan siendo los países que más sobrellevan los desastres naturales más extremos, son los menos responsables del cambio climático”.
-- "Debemos ponerle freno a la acumulación capitalista y crear otra civilización, otra sociedad, otra educación, otra cultura que no crea en el dios dinero sino en el ser humano y la madre naturaleza".
- “Esta COP20 se realiza en nuestra querida región latinoamericana, quiero pedir a los países del mundo que realicemos un acuerdo climático basado en la proyección de la vida y la madre Tierra y no en la protección de la empresa”.
- “Les pido que podamos orientar nuestras decisiones tomando en cuenta la sabiduría de nuestros pueblos indígenas. Quiero pedir a los gobernantes del mundo que escuchemos a los pueblos indígenas y decidamos a través de su cultura de la vida”.
- “Hagamos un nuevo acuerdo climático desde una visión anticolonialista, podemos estar días y noches conversando, pero nuestra visión es llegar a un acuerdo entre todas y todos”.
- “Existe un grupo muy grande de países que abusaron históricamente del espacio atmosférico y están cometiendo el ‘ecocidio’ de la madre Tierra; y hay países que están siguiendo el mismo sentido capitalista, depredador, codicioso y concentrados de riqueza, generando pobreza y marginación”.
- “No puede haber un acuerdo climático que condene a la madre Tierra y a la humanidad, a la muerte para favorecer al capital, el crecimiento de pocos y al consumista depredador. Estamos aquí para un acuerdo climático para la vida, y no para los negocios y el mercantilismo capitalista”.
- “Si los países desarrollados hubieran cumplido sus compromisos, no estaríamos oyendo a estas altura las previsiones apocalípticas sobre el desarrollo del cambio climático. Pero hay países que no quieren enfrentar la reducción en sus países, no quieren hacer nada para apoyar a los países en desarrollo y, en lugar de cumplir con sus obligaciones, hacen lo posible o imposible para que otros hagan lo que ellos debieron hacer o tendrán que hacer en el futuro”.
- “A veces debatimos en esta clase de conferencias sólo los efectos y no el origen del cambio climáticos; a más de 30 años de simular negociaciones sin resultados, la humanidad carga el peso del fracaso. Hoy nos encontramos en la antesala de la destrucción de la madre tierra y ante la desaparición de la especie humana”.
- “El cambio climático se ha convertido una vez más en la válvula de escape para evitar discutir cuestiones de fondo, como el modelo de desarrollo capitalista y voraz que está terminando con la humanidad”.
- “No queremos más protocolos, queremos soluciones más estructurales, venciendo al capitalismo, salvando a los pueblos del mundo”.
COP-21: Expertos creen que Bolivia lleva un discurso de la Madre Tierra en contrasentido a las políticas extractivistas
30 de noviembre de 2015
Marco Octavio Ribera y Cecilia Requena coinciden que el presidente Evo Morales lleva a los paneles internacionales un discurso que no se ha plasmado en la realidad boliviana.
La Paz, 30 de noviembre (ANF).- Dos expertos e investigadores del cambio climático y medioambiente calificaron de contradictorio el discurso del presidente Evo Morales en defensa de la Madre Tierra en paneles internacionales como la COP-21 de París, cuando en el país se aplican políticas extractivistas como nunca antes se vieron, así como una ampliación de la frontera agropecuaria que agrava más el calentamiento global.
El presidente Evo Morales, en su intervención en la cumbre climática de París, dijo ante 150 jefes de Estado que “si continuamos en el camino trazado por el capitalismo estamos condenados a desaparecer”.
El biólogo, investigador y experto en mediciones medioambientales, Marco Octavio Ribera, en entrevista con ANF dijo que la situación del país es bastante paradójica porque mientras en paneles internacionales como la Cumbre del Cambio Climático se pregona un modelo de defensa de la naturaleza y el medio ambiente, en los hechos se aprobaron una serie de normas que amplían la frontera agropecuaria a un millón de hectáreas al año.
“La defensa de la Madre Tierra en el país va en contraruta y en contrasentido a lo que se pregona; los países más desarrollados del mundo reconocen a Bolivia como un modelo paradigmático de defensa de la naturaleza, pero adolecen de una absoluta ignorancia de la realidad sudamericana”, dijo.
Ribera alertó que en la COP-21, los países desarrollados e industrializados intentarán contraponer lo que se conoce sobre el cambio climático con otras posiciones más acríticas, frente a las naciones latinoamericanas no desarrolladas o subdesarrolladas que tienen mayor legitimidad para sustentar los efectos del cambio climático.
En análisis del investigador, Bolivia “aporta” con menos del 1% en la contaminación global en términos industriales, pero dijo que la tendencia de favorecer el avance de las fronteras agropecuarias a razón de diez millones de hectáreas en la próxima década, producto de la Ley 337 de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques, hace que el discurso de Bolivia vaya en contraruta de lo que sucede en términos reales.
“La frontera agropecuaria significa la eliminación de los sumideros de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero. Entonces la situación es bastante paradójica como país. Por una parte tenemos legitimidad de reclamar pero también tenemos compromisos y culpas como país, fronteras agropecuarias, profundización de la minería y la actividad hidrocarburífera”, señaló.
Calificó como un “juego político” de los paneles internacionales mantener a Bolivia como el modelo paradigmático de defensa de la Madre Tierra y que en los hechos los países desarrollados no aceptarán un acuerdo vinculante como se planteó en la cumbre de París.
“No hacemos más daño porque no somos más”
Por su parte, la investigadora en cambio climático, Cecilia Requena, señaló que Bolivia se encuentra entre los 20 países más contaminantes del mundo porque emite los mayores niveles de dióxido de carbono (CO2) per cápita como resultado de la quema de bosques.
“Estamos reclamando a los países llamados capitalistas de destruir a la Madre Tierra por hacer lo que nosotros estamos haciendo aquí, con una agravante, que ahora se destruyen bosques y seguimos apostando a una matriz energética basada en combustibles fósiles que incluye a los hidrocarburos, que es lo que genera el cambio climático”, aseveró.
Requena dijo que si se divide el impacto por el efecto invernadero generado por la quema de bosques entre la población boliviana, las emisiones de CO2 son enormes. “Nosotros no hacemos más daño porque no somos más”, aseguró.
La experta en calentamiento global dijo que la segunda consecuencia grave de reducir los bosques en el país es la eliminación de defensa natural que se tiene frente al cambio climático, pues la vegetación genera resiliencia (resistencia) ante posibles fenómenos extremos como las sequías e inundaciones.
“Estamos yendo al revés, es obvio que nosotros no podemos hacer un cambio radical, pero hay una gran diferencia entre seguir cavando el hoyo en busca de más fósiles que generan cambio climático o empezar una transición energética que nos ponga en una clave sostenible”, señaló.
En criterio de la investigadora es incoherente que se disponga de 3.500 millones de dólares para incentivos petroleros y se pongan a disposición de las transnacionales las áreas protegidas para profundizar la dependencia económica hacia los fósiles, y por otro lado se genere un “paraguas” en el discurso que quiera deslindar responsabilidades de Bolivia por sus políticas contaminantes. /JMC/
ANÁLISIS
La política alrededor del cambio climático
de McDan Muñoz
Los representantes de los empresarios de 195 países se darán cita en París el próximo lunes 30 de noviembre para dar inicio a la COP21 que busca llegar a un acuerdo internacional que “enfrente” el cambio climático global.
La atención de políticos, economistas, empresarios, la Iglesia, ambientalistas, científicos entre muchos más estará puesta en la próxima XXI Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático o Cumbre del Clima que se desarrollará en la ciudad de París del 30 de noviembre al 11 de diciembre.
Esta cumbre que muchos califican como la “más importante cumbre del clima” o “la cumbre de las cumbres” y que ha sido esperada con ansias desde hace un año se da en un complejo escenario internacional, en donde las tensiones geopolíticas, económicas y de la lucha de clases del último periodo dictarán la política ambiental. En un contexto de crisis económica y conflictos bélicos imperialistas con su expresión más clara en la guerra en medio oriente, cruzado por la profunda crisis ecológica que aqueja a nuestra época la cual no parece pronta a terminar.
¿Qué se espera de París 2015?
La Cumbre de París llega como el tercer escenario, después de Kioto 1997 y Copenhague 2009, en el que los representantes de las burguesías de los distintos países (participarán 195 naciones) adherentes a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) buscarán la posibilidad de que se concrete, por primera vez y frente a los rotundos fracasos que le anteceden a esta cumbre, un acuerdo internacional que responda al cambio climático global, con miras a evitar el aumento de la temperatura global más allá de los 2°C puestos como límite.
El protocolo de Kioto fue el punto de inicio para plantear medidas concretas que apuntaran a la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en los países llamados “desarrollados”. Dicho protocolo sólo fue firmado por 37 países, de los cuales 28 pertenecen a la Unión Europea (la cual emite el 12% de las emisiones de gases globales). China y Estados Unidos quedaron fuera de dicho acuerdo.
A diez años de su entrada en vigor, el protocolo de Kioto no se ha traducido en la esperada reducción global de emisión de gases del 5%, al contrario de esto la emisión aumentó un 22% con respecto a 1990. No solamente eso, Kioto expresó también la facilidad con que el capitalismo da la vuelta al problema del cambio climático viendo como solución la implementación de bonos de carbono que no es otra cosa que ponerle precio al aire para comerciar su contaminación.
Los datos y las expectativas de los científicos sobre las consecuencias del cambio climático, de continuarse las emisiones de gases de efecto invernadero como ahora, han puesto en tensión a las burguesías y a sus representantes de tal suerte que ahora consideran París 2015 como el lugar en el que se superará el fracaso de Copenhague y se dará continuación al protocolo de Kioto, entrando en vigor en 2020 un nuevo acuerdo.
Los límites de la Cumbre de París
La COP21 viene siendo preparada desde la COP20 realizada en Lima, Perú, hace un año. Dicha reunión deja entrever los límites de esta próxima cumbre. En Perú, los acuerdos que se consiguieron fueron mínimos llegando a un “fondo verde” de 10,000 millones de dólares y la reducción de GEI con compromisos no vinculantes.
Esta cumbre a todas luces tiene límites para ser la cumbre que marque el rumbo de políticas ambientales que pongan un freno real y no en lo formal al cambio climático y a la crisis ecológica.
Una de las principales contradicciones a las que se enfrenta la burguesía internacional cuando de frenar el cambio climático se trata es que desarrollar política en ese sentido implicaría atentar contra el motor de su existencia, es decir, poner la producción en función de la preservación y cuidado del ambiente y no de la ganancia.
La Unión Europea y Estados Unidos con sus economías debilitadas por la crisis, poco apostarán por poner cuotas obligatorias de reducción de GEI ya que eso implicaría ponerles un obstáculo a los capitalistas de los energéticos, que tanta responsabilidad tienen en la crisis ecológica.
Otro elemento importante a considerar que pone tensión a la Cumbre de París y lo que de ahí pueda emanar es la aprobación del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP), impulsado por el imperialismo estadounidense que incluye a 11 países más y que en sus líneas relata que las medidas de protección ambiental llevadas por los gobiernos no deben afectar los intereses de las empresas ya que de hacerlo serán llevados a tribunales internacionales.
La COP21 militarizada
Las calles de París se encuentran militarizadas con alrededor de 11 mil policías. En conferencia de prensa el ministro de Interior Bernard Cazeneuave señaló que hay un desplegado de 8 mil policías y gendarmes en la frontera del país y que otros 2 mil 800 serán movilizados a Le Bourget donde será la conferencia.
Este estado de emergencia ha hecho que la movilización por el clima del 29 de noviembre, que se llevará en otras partes del mundo, sea prohibida por el gobierno francés criminalizando la protesta social asociándola al terrorismo.
Pensar la lucha contra el cambio climático en clave revolucionaria
La ideología dominante en altavoces no se cansa de decir que la lucha contra el cambio climático es una “lucha de la humanidad” contra un fenómeno natural que fue provocado por “nosotros”. Lejos está esto de ser real.
La crisis ecológica nace del seno del capitalismo que constantemente avanza de manera rapaz sobre la naturaleza sin importar los efectos ambientales. El problema se encuentra en la manera anárquica en que se produce por lo que ponerle un freno a la crisis ecológica implica ponerle un freno a la forma de producción capitalista.
Los verdaderamente afectados por el cambio climático- los trabajadores, las mujeres, la juventud, los pueblos originarios y los campesinos pobres- no estamos representados en la cumbre que no buscará ver por nuestros intereses sino por los intereses de los empresarios.
Diferentes organizaciones de la sociedad civil y medio ambientales se pronunciaron críticamente sobre la COP21
Pronunciamientos:
La Vía Campesina llamando a la acción para la cop21 en París
“La agricultura campesina es una solución verdadera a la crisis climática”
Este año los desastres climáticos han provocado grandes hambrunas, han agudizado la migración y han acelerado el empeoramiento de la condiciones de vida para millones de familias rurales, especialmente mujeres y jóvenes. Mientras que los pequeños agricultores en todo el mundo producen los alimentos que la mayoría de los pueblos consumen, los glaciares se están derritiendo a un ritmo alarmante, muchas especies de plantas y animales están desapareciendo cada día, islas y naciones están siendo invadidas por océanos, los suelos se erosionan, los bosques se incendian y catástrofes como huracanes, tornados, terremotos y tsunamis son el pan de cada día. Mientras tanto, el sistema alimentario mundial impuesto por las multinacionales es un fracaso total y uno de los principales causantes de la crisis climática provocada por el hombre. La dependencia en los combustibles fósiles para producir, transformar y transportar comida es responsable de un 44 a un 57 por ciento del total de las emisiones de gas de efecto invernadero. En vez de ofrecer una alimentación para satisfacer las necesidades nutritivas de los pueblos, las multinacionales han aumentado el hambre y los problemas de salud alimenticios, al mismo tiempo han agudizado el acaparamiento de tierras, el desplazamiento rural, la tragedia de la migración involuntaria profundizando una crisis climática que ahora quieren resolver con falsas soluciones vendidas a la ONU.
Más de veinte años después de Río (1992) y de Kyoto (1997), los gobiernos siguen reuniéndose para las Conferencias de las Partes (conocidas como COP) en el CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – UNFCCC). Sin embargo, cada vez han fallado en proteger y mejorar los derechos humanos más fundamentales, incluido el derecho a la alimentación, enviando a estas discusiones sobre el clima delegaciones que favorecen los intereses privados en lugar del bienestar público. Los acuerdos y las negociaciones anteriores han deambulado de acuerdos obligatorios o vinculantes hacia simples promesas que nunca se han cumplido. Al mismo tiempo, las multinacionales han afianzado el apoyo político de gobiernos cooptados para imponer sus intereses al interior de las estrategias de base de estos acuerdos. El mercado del carbón, los llamados Mecanismos de Desarrollo Limpio (CDM), REDD y REDD+, las bioenergías y los agro combustibles así como los paquetes de la agroindustria llamado “sensible al clima” son algunos de las propuestas engañosas sobre la mesa que solamente sirven a los planes ambiciosos del capital. En lugar de solucionar los problemas, estas falsas soluciones solo ayudan a empeorarlos.
En lugar de limitar las emisiones, han creado mercados artificiales y oportunidades para que los grandes contaminadores sigan contaminado y han hecho muy poco para reducir los efectos del trastorno climático. Al defender los intereses del capitalismo por medio de la privatización de la naturaleza, las multinacionales están poniendo en peligro la vida de la gente, de los pequeños agricultores, de los campesinos y de las comunidades indígenas quienes dependen de la naturaleza para su existencia.
Hay que enfatizar una y otra vez que por siglos, la agricultura campesina y los sistemas alimentarios locales han demostrado su capacidad de alimentar a los pueblos. De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, a la FAO y el Relator Especial de la ONU para el derecho a la alimentación, los pequeños campesinos produce hoy día hasta el 80 por ciento de la alimentación de los países no industrializados, que es donde vive gran parte de la población mundial.
Es por esto que La Vía Campesina declara nuevamente que la Soberanía Alimentaria – basada en la agroecología campesina, conocimientos tradicionales, selección, conservación e intercambio de semillas y en el control sobre nuestras tierras, biodiversidad, aguas y territorios – es una solución verdadera, viable y justa a la crisis climática causada principalmente por las multinacionales. Sin embargo, para hacer de la Soberanía Alimentaria una realidad necesitamos cambios estructurales. Entre otras cosas, necesitamos reformas agrarias integrales, adquisición pública de la producción campesina y poner fin a los destructivos tratados de libre comercio (TLCs) promovidos por las multinacionales y el capital financiero. En otras palabras, necesitamos justicia social, económica, política y climática.
En el contexto de la COP21, programada desde el 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015 en París, Francia, los gobiernos prometen que por fin saldrá un “acuerdo universal y legalmente vinculante”. Nosotros y nosotras de La Vía Campesina, representando a unos 200 millones de campesinos y campesinas en más de 150 organizaciones campesinas, exigimos durante el COP21, que los gobiernos den prioridad a las necesidades de los pueblos por encima de los intereses de las corporaciones y que busquen acuerdos con soluciones climáticas verdaderas, incluyendo sistemas alimentarios campesinos que enfríen la tierra. Las soluciones presentadas por las corporaciones son falsas y no resolverán la crisis climática. Nuestras soluciones son verdaderas y deben la prioridad en la agenda y el debate en la Naciones Unidas. Para garantizar que nuestra voz sea escuchada, estaremos movilizados junto a los millones de migrantes, campesinos, trabajadores, estudiantes y luchadores por la justicia climática que estarán en las calles de París.
Hacemos un llamado a todos los movimientos sociales, organizaciones populares, a la sociedad civil y a los militantes de todo el mundo para que se movilicen frente a la COP21 y vengan a París en masa, pero también con métodos de lucha descentralizados según las condiciones, para que nuestras propuestas avancen y para mostrar nuestra oposición a las soluciones falsas que las multinacionales y el capital financiero han logrado meter en la CMNUCC. Los gobiernos y sus delegaciones han tardado demasiado en lograr soluciones verdaderas y es tiempo de que cumplan con las necesidades y expectativas de los pueblos del mundo. Es la hora de las soluciones verdaderas, es hora de la Soberanía Alimentaria y es hora de poner un fin al secuestro de la CMNUCC de parte de las multinacionales y el capital.
Así que nos movilizamos en las siguientes fechas:
28 de noviembre: Movilizaciones de masas iniciales por la Justicia Climática
9 de diciembre: Día de la Agricultura Campesina y por la Soberanía Alimentaria
12 de diciembre: Acción de masas "La Ultima palabra" por la Justicia Climática y Ambiental
LA SOBERANÍA ALIMENTARIA ES UNA SOLUCIÓN VERDADERA A LA CRISIS CLIMÁTICA GLOBAL
LA AGROECOLOGÍA CAMPESINA ALIMENTA EL MUNDO Y ENFRÍA LA TIERRA
LA JUSTICIA CLIMÁTICA INCLUYE MIGRANTES, JÓVENES Y MUJERES
ATTAC ante la Conferencia internacional sobre Cambio Climático COP 21 (París)
Manifiesto
Una realidad marca la actual situación de la economía planetaria y sus implicaciones ambientales y es el hecho de que aproximadamente el 20% de la población mundial absorbe el 80% de los recursos naturales generando por tanto una evidente desigualdad social. Esta concentración tan enorme de los recursos, consustancial a la economía de mercado y al modelo capitalista que la sustenta, permite a las grandes corporaciones empresariales, especialmente las financieras, actuar desde plataformas de poder que sortean o eliminan los sistemas de regulación pública protectores de intereses comunes, provocando crecientes incidencias ambientales al privilegiar las rentabilidades a corto plazo que recortan costes en gestión ambiental.
Todo ello lleva a la suicida insostenibilidad de este sistema capitalista, por definición basado en el desacoplamiento entre los ciclos productivos generadores de beneficio y los ciclos de los recursos naturales explotados, implicando así graves disfunciones ambientales que no son sino indicadores de los fallos de este sistema productivo.
Esta situación económica se opone radicalmente al hecho de que los recursos naturales son bienes públicos y comunes que por tanto son fuentes generadoras de Derechos que además son concatenados (al agua, a la seguridad alimentaria y sanitaria, etc …). El uso desregularizado de estos recursos atenta no solo a la sostenibilidad ambiental sino a los propios Derechos civiles.
Es por ello por lo que consideramos que ante la extrema gravedad de la situación ambiental se exige implicar de manera más firme a la ciudadanía en las políticas de prevención para que con voz propia y en su relación con sus instituciones y gobiernos, exijan el respeto a sus Derechos al medio ambiente pues en ello va la demanda por un modelo social y económico más justo y equilibrado.
Particularmente el Cambio Climático no es sino una voz de alerta de la insostenibilidad social, económica y ambiental del sistema capitalista. Un dato ilustra este hecho: el 90% de las grandes corporaciones multinacionales (su gran mayoría del sector generador de energía) emiten 2/3 del volumen de gases de efecto invernadero.
Siendo como son las viejas políticas energéticas las principales culpables de este Cambio Global es exigible nuevos paradigmas a este nivel que lleven en un proceso de transición a un cambio basado en el equilibrio energético, en la eficiencia y en el uso de fuentes renovables que implicaran romper con los sistemas centralizados de generación energética (y por tanto de poder político y económico) y fomentar la generación distribuida y por tanto la descentralización de las instalaciones generadoras y distribuidoras de energía potenciando el autoconsumo como paradigma de un nuevo sistema para el empoderamiento de la ciudadanía también a nivel energético.
Debemos reafirmar, a su vez, que las medidas internacionales en la lucha contra el Cambio Climático asumidas hasta el momento han sido completamente ineficaces y que tan solo han servido para una inútil escenificación de la preocupación y no de propuestas firmemente tendentes a la resolución del problema. La crisis (económica y ecológica, tienen el mismo origen) exige urgentes medidas que impliquen soluciones integrales que partan de la indudable clarificación de los reales responsables del problema (los países más industrializados que colonizan a los que están en vías de desarrollo) y que deben hacerse responsables máximos de estas soluciones, huyendo de las estrategias del “todos salen ganando” (Protocolo de Kyoto) donde utópicamente se planteaba que el mercado, causante real del problema, lo resolviera. Ha pasado el momento de regular derechos de emisiones para reducir estas emisiones. Se trata ya de regular las emisiones (reducirlas) para respetar los derechos ciudadanos, que no admiten más los niveles de emisiones actuales.
Por todo ello proponemos:
- Se debe pasar, pues, del enfoque reactivo (al que dio paso un primero de tipo correctivo) a otro más proactivo donde se revise a fondo que tipo de crecimiento o incluso decrecimiento se desea para la sociedad y a que coste, presente y futuro, rompiendo este otro paradigma de que cualquier crecimiento es positivo: no lo es si contribuye a los desequilibrios sociales y ambientales.
Principio irrenunciable en nuestra organización es la consideración esencial de un cambio sistémico a un nuevo modelo integral de “economía ecológica” es esencial para lograr la transición real a una sociedad donde la seguridad global (ambiental, social y económica) se haga efectiva.
En este sentido la tendencia a estas supuestas “economías verdes” o capitalismo verde (oxímoron en sí mismo) no son sino un paso inane que no supone sino evitar parcialmente una parte del problema. Una sociedad verde no es solo una que produce menos impactos ambientales sino que fomenta el equilibrio social, la igualdad en términos sociales y políticos.
- Asimismo, dadas las dependencias del modelo productivo con las fuentes energéticas, es urgente alcanzar un nuevo paradigma energético, basado en el triángulo Energías Renovables/Descentralización/Autoconsumo en un escenario creciente de reducción de emisiones y donde no se contemplen las caducas propuestas que han mostrado ineficacia como mercados de derechos de emisión, geoingeniería, agrocombustibles, hidroeléctrica, REDD, entre otros.
- Se deberá establecer una reducción de emisiones vinculantes y por tanto sancionable. Estos límites deberían establecerse en línea con lo que permite la actual tecnología, de una manera acorde con la extrema gravedad del problema en una situación tendente a lograr 0 emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050.
- Creación de Fondos de Solidaridad Internacional a modo de compensación ecológica de afectados por el Cambio Climático, gestionados con absoluta transparencia y vinculados a un sistema de control internacional que condicione resultados. A estos fondos deberán añadirse los mecanismos de condonación de deuda de países afectados por el cambio climático.
- La Nueva Política Energética debe dotarse de normativa y apoyo financiero necesario a las medidas de ahorro y eficiencia en el consumo energético y de las energías renovables y autoconsumo. Asimismo, será obligada la paralización de Proyectos de extracción de combustibles fósiles y nucleares de cualquier tipo: Fracking, petróleo, gas, carbón …, así como instaurar auditorías de gestión de los sistemas de explotación de instalaciones energéticas en régimen concesional sin olvidar los necesarios apoyos específicos a las cooperativas de gestión energética.
- Movilidad Sostenible con la puesta en marcha de procesos de redefinición de redes de transporte de movilidad sostenible intra e inter grandes urbes con el fomento de transporte público y de vehículos no contaminantes pero especialmente vinculadas a la reordenación territorial y la redefinición de áreas urbanas, peatonalización y rehabilitación.
- Recaptura de los Bienes Comunes. Es preciso compartir lo que nos es común, los recursos naturales como bienes públicos: agua, semillas, tierra, biodiversidad, subsuelo, … por ello a los procesos de auditoría de los sistemas de gestión concesional, será preciso añadir una normativa de protección como servicios públicos y blindaje ante procesos de privatización. Asimismo, deberán definirse sistemas con el apoyo público adecuado para proteger, difundir y fomentar modelos de producción local, más eficientes en el uso de la energía y más sostenibles en un cómputo global y por tanto de menor huella ecológica.
- Huir de Procesos “Bussines as Usual” con nuevos paradigmas que invaliden la bondad de un crecimiento económico ilimitado, de las grandes infraestructuras, de la creciente industrialización de la agricultura. Por ello se debe limitar la ampliación de los tratados de libre comercio pues facilitan un régimen desregularizado y opaco a nivel comercial, permitiendo inversiones indiscriminadas que incrementan la crisis climática. Por tanto se deberá evitar el avance de al menos: TTIP, CETA y PISA.
ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.
- EL MOVIMIENTO CIUDADANO FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO ANTE LA COP 21
Amigos de la Tierra reclama un cambio en el curso de las negociaciones del clima
Amigos de la Tierra
Hoy, ante el inicio de la Cumbre del Clima en París, con la propuesta de un acuerdo por debajo de las necesidades reales del planeta, Amigos de la Tierra exige medidas legalmente vinculantes que tomen como ejemplo las soluciones de la ciudadanía para enfrentarse al cambio climático.
Hoy los Jefes de Estado de 192 países se reúnen para inaugurar la cumbre del clima de Naciones Unidas, en un París donde las demandas de la sociedad civil son clave ante unas negociaciones controladas por los lobbies empresariales. Hoy, entre otras, está prevista la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, artífice del mayor golpe al desarrollo de las energías renovables en un país anteriormente puntero en el sector.
Amigos de la Tierra exige a los líderes mundiales que escuchen el clamor multitudinario que resonó el pasado fin de semana en todas las ciudades del mundo, con manifestaciones históricas, como la que aconteció ayer mismo en Madrid, con más de 20.000 personas reclamando una apuesta firme por las energías renovables. La organización ecologista considera que las voces ciudadanas exigiendo medidas eficaces frente al cambio climático tienen que ser suficiente para cambiar la perspectiva política del acuerdo en París. Las negociaciones para alcanzar un pacto la semana que viene llegan avanzadas pero sin la ambición necesaria.
“Todas las cartas están encima de la mesa: los compromisos voluntarios de reducción de emisiones, el carácter legal del acuerdo y los compromisos financieros. Los principales emisores por persona, Estados Unidos, China y la Unión Europea están conformes con sus objetivos que no cubren mínimos. El borrador del acuerdo por el momento es voluntario y no obliga al cumplimiento de medidas; no se habla de energías renovables ni del fin de los subsidios milmillonarios a los combustibles fósiles. Si las partes llegan a estar conformes con los objetivos propuestos, entonces cualquier país por reticente que sea puede firmar un acuerdo con objetivos insuficientes¸ que condenen al mundo a vivir en un planeta 2,7 grados más cálido para finales de este siglo, una temperatura a la que no nos podremos adaptar”, ha recordado Alejandro González, responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra.
Amigos de la Tierra recuerda a los líderes, especialmente a Mariano Rajoy, Miguel Arias Cañete e Isabel García Tejerina, que están ante la última oportunidad de salvar políticamente un proceso multilateral de negociación ya muy desacreditado por la falta de avances. Si de París sale un acuerdo pobre y de mínimos, la inacción política condenaría al planeta a un calentamiento excesivo. Frente a esta situación, Amigos de la Tierra apuesta por la acción ciudadana para cambiar el modelo de consumo, la producción de energía y alimentación. La organización lanza por tanto una llamada de justicia entre movimientos ciudadanos, para hacer converger procesos de democratización de la energía, la agricultura sostenible y la economía circular sin residuos. Solo admitiendo la responsabilidad de la crisis climática y ambiental de los países ricos se puede optar a una sociedad justa y sostenible.
El estado de la financiación del fondo verde por el clima, complementaria a la ayuda oficial al desarrollo, tan solo llega al 10% de lo que se habían comprometido anteriormente los países industrializados. La cifra de 100.000 millones anuales de aquí a 2020 es claramente insuficiente para la adaptación al cambio climático en zonas de alta vulnerabilidad que están sufriendo los peores efectos del calentamiento hasta la fecha.
Asimismo, Amigos de la Tierra lanza un mensaje de solidaridad con la ciudadanía francesa, privada de voz en esta cumbre y alza la voz y las propuestas ciudadanas, que son el eje central de un cambio real para frenar el calentamiento. La rebelión energética ya está en marcha y seguirá creciendo de la mano de la sociedad civil.
Manifiesto de las Cucarachas
No queremos ser las últimas sobrevivientes. No queremos quedarnos solas. Encarecidamente les pedimos a los humanos que despierten. Sabemos que no todos son culpables en la misma medida. Pero a esta altura todos serán cómplices por omisión de la sexta extinción de la vida en la Tierra.
¡Es hora de reaccionar y parar este crimen climático! ¡Es tiempo de que los humanos salgan de su agujero y vean la realidad! El cambio climático no es un desastre natural que hoy viene y mañana se va. Al fenómeno de EL Niño Godzila le seguirán otros desastres mayores. Adaptarse a una escalada creciente de catástrofes climáticas será imposible.
La mayoría de sus científicos, gobernantes y hombres de negocios conocen la receta para evitar la calamidad planetaria: 1) dejar bajo tierra como mínimo el 80% de las reservas mundiales conocidas de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), 2) erradicar totalmente la deforestación de los bosques, 3) salir de la agroindustria contaminadora y fortalecer la agricultura ecológica campesina, familiar y comunitaria, y 4) cambiar los patrones de consumo, producción y deshecho de las sociedades humanas.
Sin embargo, los humanos que tienen el poder y el capital están más preocupados por las próximas elecciones o por sus ganancias que por adoptar estas medidas para frenar el cambio climático. Por eso, es fundamental que ustedes despierten del letargo consumista en el que han sido sumidos y construyan un nuevo futuro donde la energía del sol y el viento remplace al oro negro. Los humanos tienen que re-aprender a vivir con el bosque dejando de construir mega represas hidroeléctricas que matan a los peces e inundan los bosques donde vivimos la mayoría de las 4000 especies de cucarachas. ¡Cuidado con la energía nuclear! Se lo decimos las cucarachas que resistimos 13 veces más radioactividad que ustedes.
Así como huyen de nosotros huyan de la apatía y el conformismo. Nuestra Tierra está con fiebre y sólo ustedes pueden curarla. Aprendan a vivir como otras formas de vida que consumen lo necesario para existir y no acumulan por diversión. Cambien su relación con la naturaleza. Respeten nuestro hogar. Todos somos parte de la comunidad de la Tierra y todos compartimos un destino común.
¡Salgan del miedo! No se dejen atemorizar por quienes en nombre de la “seguridad humana” promueven guerras de conquista. La violencia, el hambre y el cambio climático son producto de un sistema que se expande como un cáncer por el mundo. ¡Recuperen su humanidad como especie humana!
Con seguridad no somos de los seres vivos más populares, pero estuvimos aquí antes de los dinosaurios. Es tiempo de escuchar a La Cucaracha.