TIPNIS: Demanda al gobierno en Tribunal Internacional
14 de noviembre de 2017
Los días 7 y 8 de noviembre de 2017, en Bonn - Alemania, se llevó a cabo una importante lucha, en el area legal y de derechos humanos, en defensa del TIPNIS. El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, impulsado por Evo Morales el 2010 en Tiquipaya, escuchó la demanda por el TIPNIS presentada por los dirigentes indígenas Marqueza Teco y Damian Gil. Mientras se define el fallo y una comisión vista el TIPNIS, el jurado solicita al gobierno paralizar la obra de la carretera, la construcción de puentes y la explotación petrolera. Revise toda la información sobre el tema. (14 de nov, 2017)
1. Un primer triunfo en la demanda
Como un primer triunfo se celebra desde las trincheras indígenas y ciudadanas en defensa del TIPNIS la recepción de la demanda y solicitud al gobierno del Tribunal Internacional medioambiental desde Bonn.
Documento de conclusiones
Extracto del texto sobre las conclusiones del Tribunal:
Amenazas a la Amazonía
El Tribunal decidió escuchar simultáneamente una serie de casos de diferentes partes de la Amazonía para considerar las amenazas al ecosistema amazónico de una manera holística. Este escuchó evidencia de violaciones generalizadas a los derechos indígenas y los derechos de la Madre Tierra a lo largo de la gran región amazónica. Esto incluyó testimonio sobre la enorme mina propuesta en Guyana Francesa, y en comunidades de Brasil, Bolivia y Ecuador. Está claro que este vital ecosistema, que es una reserva de vida, hogar de muchos pueblos y una parte esencial para mantener la estabilidad climática global, está siendo sometido a muchos ataques que violan su derecho para existir y mantener sus ciclos vitales. El modelo global extractivista inevitablemente genera violaciones de los derechos de la Amazonía en su conjunto y disminuye la calidad de vida de todos los organismos en la región.
El Tribunal escuchó denuncias de violaciones de los derechos de la Madre Tierra derivadas de la propuesta de construcción de una carretera principal a través del área protegida TIPNIS en Bolivia y de explotación petrolera en el área. También se presentó al Tribunal evidencia acerca del hostigamiento e intimidación a aquellos que se oponen a la construcción de la carretera. El Tribunal tomó nota de esta evidencia con gran preocupación, particularmente porque la Declaración Universal de los Derechos de La Madre Tierra fue proclamada en Bolivia en 2010 y Bolivia ha defendido los derechos de la naturaleza internacionalmente.
El Tribunal decidió que deseaba recabar más pruebas de todos los interesados, incluido el Estado de Bolivia y, de ser posible, enviar una delegación a una misión investigadora en Bolivia. También decidió solicitar al gobierno boliviano que imponga una moratoria a la propuesta de construcción de la carretera y puentes a través del TIPNIS y en la exploración de hidrocarburos en o cerca del TIPNIS, hasta que el Tribunal haya completado su trabajo. El Tribunal opinó que la imposición de tal moratoria sería una medida de precaución apropiada para evitar posibles violaciones de los derechos de la Madre Tierra mientras se busca una resolución a esta disputa." Documento de conclusiones...AQUÍ
Vea una presentación didáctica sobre la lucha del TIPNIS AQUÍ
Análisis:
- Radio Somos Sur, 12 de noviembre
Escuchamos un informe de la participación indígena en Bonn y el activista Leandro Candapey nos matiza la actual situación desde su experiencia como comunicador indígena.
Conducción: Alejandra Escobar, 28 min.
- Tribunal: "Nos preocupa que el gobierno siendo artífice de este Tribunal, sea un gobierno que este vulnerando los derechos de la Madre Tierra"
Después de lo obtenido en Bonn hasta la fecha en la demanda indígena, escuchamos una entrevista refrescante a Sarela Paz en el programa "De noche a noche" de Mauricio Noya. Escuche AQUÍ
Tribunal Internacional determinó visitar el TIPNIS
Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático
La 4ª sesión del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza se realizó en Bonn, Alemania, en simultáneo con la 23ª Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP23). Allí se presentó una comisión del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) para denunciar al Gobierno boliviano por la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos a través de este territorio, la cual ya está en marcha según han testimoniado quienes allí viven. Este Tribunal determinó enviar una comisión al país para verificar la situación de los derechos de los pueblos indígenas afectados. Asimismo, intentará obtener respuestas por este atropello del gobierno de Evo Morales, que paradójicamente impulsó la creación de este mismo Tribunal.
El 7 y 8 de noviembre pasado, el Tribunal ético escuchó siete casos de vulneraciones de derechos en diferentes partes del mundo, entre ellos el TIPNIS. Esta mañana, la instancia presentó sus resoluciones. Esto es lo que dice sobre el caso boliviano: “El Tribunal escuchó denuncias de violaciones de los derechos de la Madre Tierra derivadas del proyecto de construcción de una carretera a través del área protegida TIPNIS en Bolivia, así como proyectos de explotación petrolera en el área. También se presentó al Tribunal evidencia acerca de la victimización e intimidación de aquellos que se oponen a la construcción de la carretera. El Tribunal tomó nota de esta evidencia con gran preocupación, particularmente porque la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra fue proclamada en Bolivia en 2010 y Bolivia ha defendido los derechos de la naturaleza internacionalmente”, declararon las y los jueces.
“El Tribunal desea recabar más pruebas de todos los interesados, incluido el Estado de Bolivia y, de ser posible, enviar una delegación a una misión de investigación en Bolivia. También decidió solicitar al Gobierno boliviano que imponga una moratoria a la construcción de la carretera y los puentes a través de TIPNIS, así como la exploración de petróleo adicional en o cerca del TIPNIS, hasta que el Tribunal haya completado su trabajo”, solicitaron al gobierno de Morales. Como representantes de la comisión del territorio viajaron a dar su testimonio Marqueza Teco y Fabián Gil.
“El Tribunal opinó que la imposición de tal moratoria sería una medida de precaución apropiada para evitar posibles violaciones de los derechos de la Madre Tierra mientras se busca una resolución a esta disputa”, concluyeron en su apartado sobre las vulneraciones de derechos que ocurren actualmente en el TIPNIS.
Otros casos
Durante sus sesiones, este Tribunal recibió denuncias sobre la explotación mediante fractura hidráulica (fracking) que efectúa la empresa Exxon; así como pruebas de la falacia del sistema REDD + (Reducción de Emisiones de la Deforestación y el Bosque Degradación), el mercado de carbono y el pago por servicios ecológicos, todos estos mecanismos fomentados por los Estados en las COP.
El Tribunal también escuchó el caso de la mina de lignito cercana a la ciudad de Bonn, donde se registran altos niveles de contaminación y degradación ambiental. Asimismo, el Tribunal tomó nota de las violaciones sistemáticas a los derechos de los pueblos indígenas en las protestas en defensa de sus derechos que encabezan actualmente en todo el mundo.
Esta instancia también recibió una denuncia por la falta de agua en Almería, España, porque es utilizada para el riego de aceitunas a gran escala. Además, escuchó denuncias por los Tratados de Libre Comercio, que vulneran derechos y afectan al medio ambiente, fundamentalmente de México.
La Amazonía siempre en peligro
El caso del TIPNIS entró en el bloque de demandas formuladas por pueblos de la Amazonía. “El Tribunal decidió escuchar una serie de casos de diferentes partes de la Amazonía simultáneamente, para considerar las amenazas al ecosistema amazónico de una manera holística. Se escuchó evidencia de violaciones generalizadas de los derechos indígenas y los derechos de la Madre Tierra a lo largo de la gran región amazónica. Esto incluyó testimonios sobre la enorme mina proyectada en la Guayana Francesa, y en comunidades de Brasil, Bolivia y Ecuador. Está claro que este ecosistema vital, que es una reserva de vida, hogar de muchos pueblos y una parte esencial para mantener la estabilidad climática global, está siendo sometido a muchos ataques que vulneran su derecho para existir y mantener sus ciclos vitales. El modelo global extractivista inevitablemente genera violaciones de los derechos de la Amazonía como un todo y disminuye la calidad de vida de todos los organismos en el región”, determinaron las y los jueces.
Este Tribunal está integrado “por un panel de eminencias legales y expertos ambientales de todo el mundo”. El panel de Bonn incluyó 9 jueces de 7 países: Tom Goldtooth (Indigenous Environmental Network, Turtle Island, EE. UU.); Osprey Orielle Lake (Tierra de la Mujer y la Red de Acción por el Clima, EE.UU.); Alberto Acosta (ex presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador); Fernando “Pino” Solanas (senador de Argentina), Ute Koczy (Urgewald EV, ex parlamentario de Alemania); Cormac Cullinan (Instituto Wild Law, de Sudáfrica); Simona Fraudatorio (Tribunal Popular Permanente, de Italia); Shannon Biggs (Movimiento de Derechos, EE.UU.), y Ruth Nyambura (Red de Biodiversidad de África, de Kenia).
El Tribunal fue establecido en 2014 por los miembros de la Alianza Global por los Derechos de la Naturaleza y se constituyó formalmente en 2015 en París, cuando un grupo de organizaciones de la sociedad civil y comunidades indígenas firmaron una Convención para crearlo.
Después del fallo a favor de la causa del TIPNIS en el Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza en Bonn, repasamos lo que fue la partcipación de la representación indígena. Al respecto escuche una entrevista a Landro Candapey, activista indígena.
Evo Morales, los derechos de la naturaleza y el TIPNIS
Arturo D. Villanueva Imaña
Vergüenza internacional
La comparecencia del gobierno de Evo Morales nada menos que ante el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza que se reunió en Bonn, Alemania, a inicios de este mes de noviembre de 2017; es resultado de su larga como tozuda intención de construir “quieran o no quieran” una carretera por medio del TIPNIS. La ironía es que se produce nada menos que paralelamente a la realización de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP23), que el mismo gobierno (en anteriores versiones), contribuyó a que se instalen y definan principios que ahora se vuelcan contra su propio accionar. Es decir, que no se puede argüir que se trate de un boicot o de algún acto de conspiración que el gobierno de Evo Morales suele utilizar como argumento para explicar estas embarazosas situaciones.
El caso ya había adquirido impacto mundial cuando se produjo la represión violenta de la VIII Marcha Nacional de los Pueblos Indígenas en Chaparina el año 2011, y ahora vuelve a poner ante los ojos del mundo una grave situación de vulneración de derechos de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas.
Semejante situación de envergadura mundial, que se ha visto forzada a trasponer los límites del ámbito nacional en vista de la gravedad de los derechos conculcados que se denuncia, ya no representa solo una bochornosa situación de vergüenza ante los ojos del mundo, sino que posiciona en la agenda internacional una causa y una lucha donde lo que se encuentra en juego es la vida misma (junto a los derechos de los pueblos indígenas conculcados), así como la forma de encarar el relacionamiento que se tiene con la naturaleza y el entorno ecológico y ambiental.
Tratándose de una instancia de jerarquía internacional que el propio gobierno de Evo Morales ayudó a constituir, y que además cuenta con un reconocido renombre mundial por la presencia de connotadas personalidades de intachable solvencia moral, intelectual y científica; dicha comparecencia ante el Tribunal Internacional de los Derechos de la Madre Naturaleza, desdice cualquier sospecha de que se trate de algún tipo de conspiración, y además evidencia la más flagrante incongruencia entre el discurso y la práctica, nada menos que en un foro internacional donde el gobierno de Bolivia todavía tenía alguna reputación.
Es más, la demanda internacional emitida para que se adopten medidas precautorias y se declare la moratoria a la construcción de todas las obras en el TIPNIS (que incluye la carretera, los puentes y las actividades exploratorias de hidrocarburos); no solo tiene un fuerte peso ético y moral que debería ser acatado inmediatamente (si de veras se respeta los derechos de la naturaleza), sino que implica una poderosa llamada de atención para que cumpla y ponga en práctica aquellos principios de respeto, protección y relación armoniosa con la Madre Tierra y los derechos indígenas que el propio gobierno boliviano ayudó a instituir a nivel internacional.
La inmediatez o tardanza con la que el gobierno de Bolivia atienda la demanda para detener todas las obras en el TIPNIS, para que se pueda dar lugar a un clima propicio y favorable mientras se concluye con el proceso de investigación del Tribunal Internacional; estará en directa relación con su voluntad para demostrar que verdaderamente existe un mínimo de congruencia entre los principios que declara y sus prácticas gubernamentales, así como en la intención de demostrar que está dispuesto a acatar y respetar los derechos de la naturaleza que en el pasado ayudó a instituir.
Los alcances de la denuncia
En vista de ello, interpretar el hecho como un triunfo meramente político sería una equivocación, porque entraña una gran vergüenza y desazón para el pueblo boliviano y los propios pueblos indígenas que se vieron traicionados por un gobierno que lo entendían como propio. Ambos habían fincado sus esperanzas y convicciones de que Bolivia podía encarar con solvencia la tarea de establecer una relación armónica con la naturaleza, al mismo tiempo de constituirse en un ejemplo y referente mundial en la construcción de una vía postcapitalista, sobre la base del respeto y cumplimiento de los derechos de la naturaleza que inclusive se insertaron en la Constitución Política del Estado.
Ahora el gobierno de Bolivia ya no se encuentra en aquella cómoda posición de constituirse en una punta de lanza (colonizada y sometida) al capitalismo y los intereses corporativos transnacionales, que le habían autoconvencido de abanderar un desarrollismo salvajemente extractivista como supuesta solución y respuesta a los problemas de pobreza y exclusión. No hay que olvidar que el gobierno lee equivocadamente la construcción de la carretera por medio del TIPNIS como si se tratase de un asunto vinculado al crecimiento, el progreso y un tipo de desarrollo occidental y capitalista; pero sin reconocer dos aspectos de fundamental importancia. Primero, que su tozuda intención de construir la carretera en el TIPNIS (que paralelamente también está asociada a megaproyectos como las represas del Bala-Chepete; Rositas, Tariquía, el tren bioceánico, etc.) están vinculadas a lo que se ha dado en llamar los encadenamientos transfronterizos, que implican la expansión y ampliación de las fronteras de explotación y extractivismo a nivel continental. Segundo, que dicha ceguera desarrollista también le ha orillado a rechazar explícitamente y no percibir el derecho que tienen a la autodeterminación, a la consulta, y sobre todo a decidir el tipo de desarrollo y la forma de vida, que los pueblos indígenas desean poner en práctica según su propia cosmovisión, el tipo de relacionamiento con el entorno y su propia cultura.
Ahora se enfrenta a un veredicto (y sentencia) mundial que establecerá si efectivamente cumple y garantiza aquellos derechos de la Madre Tierra que defendía y contribuyó a establecer como referente.
La encrucijada a la que lo ha llevado su tozuda intención de imponer el desarrollismo extractivista como modelo económico y solución a los problemas de pobreza, desigualdad y exclusión (como si se tratasen exclusivamente de problemas vinculados al crecimiento y progreso capitalista); ya no se reduce a la caprichosa intención de construir una carretera, sino de atentar contra aquellos derechos de la naturaleza que el mismo gobierno ayudó a formular, pero que ahora adquieren un nuevo sentido porque también atenta contra la vida y a un medio ambiente sano al que tenemos derecho todos quienes compartimos el planeta. Es decir, trasciende aquel encapsulamiento que quiso ser infundido, de que el caso solo entrañaba un problema de vinculación territorial y desarrollo (en el sentido más prosaicamente entendido como crecimiento), cuando en realidad atañe al conjunto de la vida, el entorno socioambiental y los derechos de la naturaleza.
La resistencia de los pueblos indígenas a partir de esta denuncia internacional, no solo visibiliza sus derechos conculcados, ni hace patente el grave riesgo de desaparición y etnocidio al que se encuentran en riesgo; sino que expresa una profunda interpelación al modelo extractivista del gobierno de Bolivia, y la intrínseca relación que tiene el mismo modelo con la dependencia y el colonialismo.
Es decir, que la gran vitalidad de los procesos de resistencia social emergentes como el que plantean las comunidades y pueblos indígenas del TIPNIS, no radican en la fuerza, la capacidad de movilización de mucha gente, o la enorme cantidad de población que aglutina y representa (tal como nos ha querido acostumbrar la “lógica” corporativista gubernamental que se asienta en el clientelismo y la cooptación de diversos sectores sociales numérica y demográficamente amplios), sino en el incuestionable razonamiento, la justeza de la causa y la contundencia y autenticidad de la verdad que defienden y por la que luchan. El menosprecio o íntima convicción de que este movimiento de los pueblos indígenas podía ser fácilmente sometido, derrotado o cooptado (tal como ha sucedido con otros sectores como resultado de sus prácticas clientelares), no parece haber tomado en cuenta de que la fortaleza de las causas y las luchas, finalmente radica en la justeza y la razón de los argumentos, más allá de la presión numérica y poblacional que se pueda ejercer.
La dimensión y profundidad de lo que se encuentra en juego
El nuevo plano internacional de la controversia sobre la construcción de la carretera por medio del TIPNIS, que el gobierno de Evo Morales ha pretendido llevar como si se tratase únicamente de un problema de vinculación territorial que responde a legítimas aspiraciones de desarrollo de dos departamentos; ahora muestra la verdadera dimensión y profundidad de lo que en verdad se juega. Es decir, que si lo que se quiere es un país altamente dependiente y colonizado por intereses extractivistas, antinacionales y de carácter transnacional; o más bien un país que decide vivir en armonía con la naturaleza, respetando los derechos humanos y de los pueblos indígenas y, un país finalmente, que hará prevalecer su decisión de construir una vía alternativa al capitalismo depredador y el neoliberalismo extractivista.
No está en juego la imagen gubernamental, ni siquiera la estabilidad económica o el supuesto crecimiento y bienestar circunstancial que pueda emerger como resultado de la expansión extractivista y desarrollista que abandera el gobierno; es más bien una decisión acerca del futuro y el tipo de país que queremos, para demostrar que Bolivia está en capacidad y tiene la voluntad de establecer una relación armoniosa con la naturaleza, sentando las bases hacia el postcapitalismo. La contribución del movimiento y la resistencia de los pueblos indígenas en este sentido, no se limita por tanto a una denuncia internacional, y ni siquiera al legítimo derecho que tienen de defenderse contra este nuevo tipo de agresión e intento de sometimiento y etnocidio. En realidad es un desafío al paradigma predominante y una profunda interpelación al modelo desarrollista y extractivista vigente.
El gobierno de Bolivia tiene la palabra, y de la forma cómo responda y reaccione también definirá su propia identidad política, así como en gran medida el propio futuro del país.
(*) Sociólogo, boliviano
2. Antecedentes
La demanda
El 2010 en la cumbre por la Madre Tierra en Tiquipaya organizada por el gobierno, se promovió la creación de un Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza.
Desde la sociedad civil organizada, el 2014 sesionó por primera vez este Tribunal conformado por personalidades y activistas reconocidos por su alta ética y moral en el campo medioambiental y de derechos, con el propósito de enfrentar delitos medioambientales desde los estados. El segundo Tribunal se instaló en Lima en diciembre de 2014 y el tercero el 2015 en Paris.
Estos días sesionó en Bonn, Alemania el cuarto Tribunal y a pesar de que, para presentar caso en el mismo hay que cumplir una serie de pasos, el caso TIPNIS fue aceptado tras la exposición de alegatos de los dirigentes del TIPNIS. Los dirigentes representaron no solo los derechos del TIPNIS sino de todas las violaciones ambientales y de derechos indigenas en Bolivia.
El relator, Alberto Acosta, despues de la participación de los representantes indígenas solicito las medidas cautelares.
Dado que Evo Morales promovió la creación de este tribunal, los indígenas esperan respete la sentencia en contra de la carretera y a favor del TIPNIS.
Vea el documento presentado al Tribunal sobre el caso TIPNIS AQUÍ
- Radio Somos Sur - 6 de noviembre
Los dirigentes del TIPNIS Marqueza Teco y Favian Gil sobre la DENUNCIA en el Tribunal Ambiental.
Conducción: Maria Lohman, 12 minutos.
- Activistas en Bonn para denunciar al gobierno de Evo Morales (audio)
Entrevista a Martín Vilela, activista del movimiento Justicia Climática desde Bonn, Alemania. Escuche AQUÍ...
3. Anulación de la intangibilidad
Vea una entrevista a María lohman, activista del Movimiento por la Dignidad en Defensa del TIPNIS, después de la aprobación que de la Ley que quitó la intangibilidad al territorio indígena y área protegida.
Vea más información en nuestros dossiers:
- "TIPNIS: Reacciones ante una nueva ley manipulada"...AQUÍ
- "Dossier actualizado de apoyo a las luchas a favor del TIPNIS"...AQUÍ
4. Penosa participación del oficialismo
Conferencia de la delegación del gobierno Boliviano en la COP-23 en Bonn Alemania
Paralelamente, el 8 de noviembre la delegación del Estado Plurinacional de Bolvia, conformada por las diputadas indígenas Ramona Molle Camacani y Patricia Chavez, dió una escueta conferencia de prensa en el salon 1 de la COP 23. La sala estaba vacía y se observaba que las intervenciones fueron vagas y reflebajan discursos previamente escritos.
Ver la conferencia AQUÍ